La misión del Proyecto de Sanación y Transformación Colectiva (CHAT por sus siglas en Inglés) es ampliar la capacidad de la comunidad para responder y transformar los conflictos interpersonales, los daños y la violencia sin recurrir a la intervención del Estado ni al sistema.
1. Fortalecer las comunidades, no los sistemas
Todo nuestro trabajo debe encaminarse a apoyar y sostener a las comunidades, no a nuestras organizaciones, ni a nuestras profesiones, ni a los sistemas estatales de intervención.
2. Apoyar la transformación de todos los implicados e impactados por la violencia familiar
Nuestras actitudes y prácticas deben tener en cuenta el bienestar de todos, incluidas las personas que han causado daño, las que han experimentado daño, los niños, los amigos, la familia y la comunidad.
3. Confiar en la sabiduría de los más afectados por la violencia familiar para ser los expertos de sus propias vidas.
Las personas que se enfrentan a la violencia son expertas en sus necesidades, sus culturas y sus oportunidades de cambio.
4. Crear oportunidades para decir y escuchar la verdad.
Mantenemos un espacio para las conversaciones difíciles: decir y escuchar la verdad no siempre es fácil.
5. Levantar las necesidades y perspectivas de los niños y jóvenes.
Honramos la sabiduría y la participación de los niños y los jóvenes.
6. Fomentar la responsabilidad individual y colectiva.
Todos somos responsables de la seguridad y el bienestar de nosotros mismos y de nuestra comunidad.
7. Equilibrar la seguridad y la asunción de riesgos
La seguridad es importante -física, mental, emocional, espiritual, financiera- y, a veces, necesitamos asumir riesgos para conseguir unas condiciones de seguridad más profundas y duraderas.
8. Crear el proceso junto con las personas presentes.
Debemos practicar la apertura y la flexibilidad para asegurarnos de que los valores, las prácticas y los procesos se basan en las culturas y la visión de nuestros participantes.
9. Practicar la justicia lingüística.
Es nuestra responsabilidad colectiva centrar la justicia lingüística y el pleno acceso a la lengua en todos los niveles de trabajo: participantes, socios, comunidad, materiales, etc.
10. Es una forma de ser/ requiere de todos nosotros
Nos comprometemos a vivir nuestros valores y a practicar el duro trabajo del autoaprendizaje, la creación de comunidades y la responsabilidad entre nosotros, en nuestra vida personal, con nuestros socios de aprendizaje y con nuestros participantes.
"Habíamos intentado tener conversaciones en el pasado con mi familia, pero nunca funcionó. [Durante el círculo], todo el mundo se tomó un segundo para respirar... siento que todo el mundo dijo lo que tenía que decir, pero no fue irrespetuoso de ninguna manera".
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